
- La verdad es que canta bien y da cierta alegría a la casa. Desde pequeñita siempre he querido tener un tenor como mascota.
- Y ¿no te da pena tenerle ahí, enjaulado como a un delincuente?
- Que va -me contestó la anfitriona-. Mira, tiene todas sus necesidades cubiertas, hemos leído muchas revistas sobre las costumbres de los humanos y le hemos arreglado la jaula considerando todas estas cuestiones, mientras que en libertad no duraría ni dos días ¿no crees?
No, no lo creía.
- Bueno, entremos en casa que empieza a refrescar. -La anfitriona hizo un "cuchi-cuchi" cariñoso hacia el tenor y se dispuso a abandonar el balcón.
- ¿No vas a meter en casa al pobre tenor? -me asombré.
-No -contestó la anfitriona torciendo la nariz-. Cantar, canta todo lo bien que quieras, pero es un poco cochinito y a veces empieza a hacer sus necesidades... En el pequeño inodoro, sí, pero da un poco de cosa y además huele. Pero no te preocupes, está acostumbrado. Ya verás como enseguida encuentra un lugar donde acurrucarse y protegerse del viento.
- Y ¿no te da pena tenerle ahí, enjaulado como a un delincuente?
- Que va -me contestó la anfitriona-. Mira, tiene todas sus necesidades cubiertas, hemos leído muchas revistas sobre las costumbres de los humanos y le hemos arreglado la jaula considerando todas estas cuestiones, mientras que en libertad no duraría ni dos días ¿no crees?
No, no lo creía.
- Bueno, entremos en casa que empieza a refrescar. -La anfitriona hizo un "cuchi-cuchi" cariñoso hacia el tenor y se dispuso a abandonar el balcón.
- ¿No vas a meter en casa al pobre tenor? -me asombré.
-No -contestó la anfitriona torciendo la nariz-. Cantar, canta todo lo bien que quieras, pero es un poco cochinito y a veces empieza a hacer sus necesidades... En el pequeño inodoro, sí, pero da un poco de cosa y además huele. Pero no te preocupes, está acostumbrado. Ya verás como enseguida encuentra un lugar donde acurrucarse y protegerse del viento.
Sencillamente genial, querida aminúsculA.
ResponderEliminarGenial moraleja.
Y tú.
Beso!
Me ha gustado muchisimo tu relato, seria bueno que lo tengamos muy presente, en momentos en los que interactuamos con la naturaleza, que lastimosamente vemos como algo externo a nosotros, cuando en realidad nosotros somos parte de ella. Y tambien cuando contemplamos a la idea de libertad, y que es lo que realmente representa... despues de todo, hasta ahora nuestra vision de la realidad ha sido entropocentrica en extremo... y eso muestra los resultados en esta epoca de destruccion masiva del medio ambiente...
ResponderEliminarsaludos!!
Una razón más para estar en contra de los animales en cautiverio… la falta de empatía nos lleva a actuar de maneras absurdas.
ResponderEliminarSaludos
Visto así estoy pensando en abrir la jaula a mi Inseparable; compañero de soledades y delirios...
ResponderEliminarMuy bueno el cuento A. Un placer leerte siempre.
Besos
Vaya, y si se acatarra el tenor? perderá su encanto y su canto ¿no? Vida dura la del cantante enjaulado ay...
ResponderEliminarMe encanta, ami... Lo he leído varias veces y sólo puedo admirar, como siempre, esa sensibilidad y sabiduría que derrochas en tus cuentos.
ResponderEliminarMuchos besos
La niña viajera
Con tu permiso, voy a usar esa historia cada vez que visite a alguien que tenga un animal enjaulado.
ResponderEliminarNo hay cosa que más me horrorice que los pájaron enjaulados. Bueno, cualquier animal, só lo que lo de los pájaros me parece mayor crueldad, aún.
ResponderEliminarMe tomo la libertad de publicarlo en el facebook, ok? Eso es muy educativo:-)
ResponderEliminarGracias! Podrías poner aquí un enlace a donde lo publiques? O enviarmelo por correo?
ResponderEliminar